En el mes de junio del año 2022 se ha reeditado la experiencia de «Las botellas de la libertad», la marcha que recuerda la fuga masiva que el 22 de mayo de 1938 protagonizaron 795 presos del penal de San Cristóbal y que se saldó con dos centenares largos de fusilados. Esta marcha recorre dos etapas del GR-225, enlazando el fuerte de San Cristóbal en el monte Ezkaba con la localidad bajonavarra de Urepel a donde llegó Jovino Fernández, uno de los tres fugados que consiguió alcanzar la libertad.
Tras tener que suspenderla en el año 2020 y realizarla con restricciones en 2021, en esta ocasión se ha vuelto a llevar a cabo con la presencia de más de 300 estudiantes. Así, el día 7 de junio realizaron la primera etapa entre Ezkaba y la fosa de Olave más 150 chicos y chicas de la Ikastola Paz de Ziganda, el IES Mendillorri y el IES Marqués de Villena de Marcilla. El día 14, un número similar de estudiantes de los IES Alaitz, Askatasuna e Iturrama y de la Ikastola Paz de Ziganda, recorrió la última etapa entre Sorogain y Urepel. En ambas ocasiones, miembros del Instituto Navarro de la Memoria hicieron una presentación de la jornada y posteriormente pudieron escuchar el testimonio de Elizabeth Martín Haro, nieta de Ramón Haro, uno de los presos fugados que fue fusilado en Usetxi y cuyos restos fueron recuperados en 2016 e identificados y entragados a su familia en 2021. Durante la marcha, el alumnado portaba como testigo tres botellas que contenían cartas de los presos, escritos de sus familiares o un retrato de Ramón Haro. A lo largo de la marcha,guardas de Medio Ambiente acompañaron al alumnado y dieron explicaciones sobre los paisajes recorridos. Por su parte, el investigador Fermín Ezkieta hizo una contextualización de la fuga al principio y fue dando explicaciones sobre el paso de los presos o los lugares en que fueron detenidos y asesinados.
Ambas etapas terminaron con un breve acto memorial. En la fosa de Olave intervinieron la Consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, y los familiares de Máximo Sainz que esa misma mañana habían recibido sus restos recientemente identificados. Máximo era el preso más joven de los fugados y fue fusilado y enterrado en ese mismo lugar. En Urepel, intervinieron la alcaldesa Xole Aire y el anterior alcalde Mixel Ernaga, además del bertsolari Mixel Aire «Xalbador II»; a continuación, la alumna de Askatasuna BHI Izaro Sánchez leyó un emotivo escrito relativo a la fuga. En ambas ocasiones hubo actuaciones musicales y el acto finalizó con un aurresku bailado por parte de dos alumnas de Paz de Ziganda.
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