Unidad competencial, interdisciplinar e interetapas en torno a la fuga de Ezkaba de 1938.
La autoría del artículo corresponde a las grandes impulsoras del proyecto, las profesoras Ainhoa Iribarren y Loli Gimeno.
La gran fuga es un proyecto competencial educativo, financiado en su mayor parte por el Instituto Navarro de la Memoria, que combina la recuperación de la memoria histórica en Navarra con metodologías activas educativas tales como el aprendizaje colaborativo basado en proyectos (ACBP) y la gamificación. El grueso del proyecto se ha creado y desarrollado, también de forma colaborativa, por profesorado de distintas etapas y especialidades que cree que la educación debe utilizar metodologías mixtas, activas y motivadoras y puede ocupar espacios fuera del aula, trabajando así las competencias básicas de forma transversal, interdisciplinar y, sobre todo, motivadora.
A continuación, se describen las diferentes líneas de actuación que han sido necesarias para que este proyecto se haya llevado a cabo este curso 2020-21.
Primera línea de intervención: Formación del profesorado participante en el proyecto
La primera fase del proyecto fue diseñar la formación para el profesorado interesado en formar parte del mismo. El objetivo del curso era doble, por un lado, debía formar al profesorado en estrategias metodológicas mixtas de escape room educativo, gamificación y aprendizaje basado en proyectos, fomentando la activación del aprendizaje real en las aulas con un proyecto propio y tutorizado; por otro, el curso debía capacitar al profesorado participante para llevar el proyecto al aula con las modificaciones oportunas.
La singularidad de esta formación fue el formato de taller-seminario en el que los participantes pudieran formarse en metodologías activas y, simultáneamente, adaptar los paquetes de trabajo del proyecto de forma que cada docente construyera y pusiera en práctica el suyo propio. En la convocatoria de formación publicada en diciembre de 2020, se pueden ver los objetivos del curso y la distribución de los contenidos en cada una de las siete sesiones impartidas.
Durante la primera sesión del curso, tuvimos la ocasión de jugar al Escape Room “Hotel Quintana”, el juego de rol, diseñado por el especialista Álvaro Escudero, con el que el alumnado comenzaría el proyecto. Divididos en cuatro grupos y durante algo más de dos horas, los participantes resolvimos pruebas y acertijos muy variados para intentar conseguir las escrituras del hotel situado en los años 30 en la Plaza del Castillo y que a raíz del golpe de estado fue expropiado de sus legítimos dueños.
La segunda sesión se dedicó a contextualizar la época histórica de la fuga. El resto de sesiones se dedicó a explicar los paquetes de trabajo que componen cada una de las fases del proyecto y organizar la jornada en el monte. Al mismo tiempo, siguiendo el lema de “aprender haciendo” cada participante tenía la oportunidad de crear su propio proyecto adaptando los paquetes de trabajo a la realidad de su aula.
Segunda línea de intervención: Formación del alumnado de Grado Superior.
Dentro del proyecto educativo de “La Gran Fuga” se pretende emplear técnicas de gamificación, en este caso, juegos de escape room. En un primer momento, se diseña el juego de tipología hall escape “Hotel Quintana”, que mezcla el rol en vivo con pruebas típicas de una sala de escape. Lo que buscamos a través de este juego es que las alumnas y alumnos comiencen a familiarizarse con técnicas de juego, para que posteriormente sean ellos y ellas quienes diseñen uno en el monte Ezkaba.
Esta primera jornada que se lleva a cabo jugando a “Hotel Quintana” es el comienzo de una formación de 30 horas de duración durante la cual los alumnos del CFGS de Enseñanza y Animación Sociodeportiva del Instituto de Lumbier y de CFGS de Animación sociocultural y turística la Escuela de Educadoras de Navarra, aprenderán a diseñar y construir un juego de escape en las inmediaciones del Fuerte de San Cristóbal en el Monte Ezkaba, rememorando de esta manera la fuga de presos republicanos que tuvo lugar el 22 de mayo de 1938.
Una vez que el alumnado ya había experimentado el juego del “Hotel Quintana”, podíamos enfrentarnos al reto de diseñar un “mendiescape” en Ezkaba.
En este proceso abordamos los siguientes puntos correspondientes a una fase de diseño:
- Selección de objetivos (planificar la actividad, perfil del jugador…)
- Restricciones (duración, participantes, espacio disponible)
- Temática y desarrollo de una narrativa.
- Secuencia y número de retos.
- Definición y organización de enigmas.
- Reglas de participación y “premios”.
Siguiendo estos diferentes puntos, fuimos dando cuerpo a los dos juegos que se diseñaron (uno por cada modelo lingüístico).
A partir de una primera visita guiada al fuerte de San Cristóbal, se consiguió contextualizar el tema y hacer que fuera el alumnado los que comenzaran a idear lo que más tarde se convertiría en su juego de escape del 14 de abril. Supieron cómo enfocar las técnicas de diseño de escape room y aplicarlas a un tema concreto, todo ello siempre desde un punto de vista respetuoso y acorde con la temática que queríamos homenajear.
Como es normal, hubo momentos complicados, sobre todo a la hora de unir la cantidad de propuestas que surgían y eso mismo hacía mantener discusiones y que los/as alumnos/as aprendieran también a defender con argumentos sus propuestas. Además, muchas de las conversaciones comenzaban proponiendo diferentes “pruebas” o “juegos” y acababan poniéndose en la piel de los protagonistas de la fuga del fuerte en mayo del 38, así que el conocimiento histórico se volvió necesario para elaborar pruebas veraces y respetuosas con la memoria.
Con la ayuda de Fermín Ezkieta, experto en la fuga, y de Álvaro Escudero, especialista en el diseño de los eventos de escape, comenzaron a preparar la actividad del escape al aire libre mientras aprendían la historia, esa historia que recordamos para que nunca se vuelva a repetir.
Tras varias vistas más al monte Ezkaba para decidir la ubicación de las siete pruebas de las que constaba el evento, así como un ensayo general realizado con los alumnos de la Ikastola Paz de Ziganda, que se ofrecieron a ser conejillos de indias, estaba todo preparado, incluidos los trajes de época. Así, el día 14 de abril, coincidiendo con la conmemoración de la proclamación de la II República, donde 80 alumnos de diferentes centros educativos de Navarra tuvieron que resolver los enigmas y pruebas diseñadas por nuestros alumnos, para al final, llegar a Urepel y reunirse con los presos fugados, representados por algunos alumnos y profesores. Fue un largo y arduo camino el recorrido en más de 3 meses, pero realmente ha merecido la pena.
Hubo una tercera línea de intervención: El proyecto en las aulas de FP Básica, UCE, ESO y Bachillerato. Participaron más de 400 alumnos y alumnas del IES Huarte, IES Zizur, IES Mendillorri BHI, Colegio Claret-Larraona, IESO Mendaur DBHI, CIP Donibane e Iparralde DBHI, aunque por motivos del COVID-19 solo 80 pudieron disfrutar de la actividad final en Ezkaba.
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